Fue dos días antes de la Pascua. Me divertía mucho con mis primas por la tarde cuando recordé que ¡mi amiga hizo una promesa que me dará un conejo! Entonces llamé a ella por la noche y fui a su casa. Pasé un rato con mi amiga, hablando y gastando bromas a otras personas. Y luego elegí un conejo. El conejo era gris y fue MUY lindo--pensaba que fue el conejo más lindo.:) Lo traje a mi casa y construí una casa nueva. Esperé que creciera sano y disfrute su nueva vida con su nueva familia.
Todos los días, doy muchas verduras como zanahorias y coles y lo dejé ser libre por la mañana. El día de Pascua, cuando lo dejaba ser libre, me di cuenta de ¡que un gran regalo fue el conejo a mí y a mi familia! El conejo nos trajo alegría y felicidad. ¡Era como el bebé en la familia! El conejo puede haber sido el mayor regalo de Pascua dado a nuestra familia.:)
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